Carlos Caunedo: el trabajo como único camino al éxito5 minutos de lectura
Carlos Caunedo: el trabajo como único camino al éxito…
“Las carreras de la actualidad son de autos, no de pilotos”. Esa frase, que se repite como leitmotiv y cada día con mayor frecuencia en el ámbito del automovilismo, se afianza de la mano de los -lógicos- avances tecnológicos que por supuesto también arribaron al deporte motor.
Aunque no sea una teoría irrefutable, ya que el talento de los pilotos es un factor fundamental, no es descabellado pensar que la injerencia de una persona desde abajo del auto crece de manera exponencial.
Y ese caso, entre muchos otros, es el de Carlos Caunedo, ingeniero mecánico a cargo de la dirección técnica del Maquin Parts Racing, una de las estructuras más poderosas y exitosas del Turismo Carretera.
El camino de Caunedo, hoy responsable de que el equipo con base en Venado Tuerto sea regular y eficaz, no fue sencillo pero siempre se transitó ascendentemente: se recibió, en 2008, de Ingeniero Mecánico en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (donde conoció a Federico Raffo, director técnico de vasto recorrido en el Turismo Carretera). Ese vínculo lo llevó a formar parte del equipo de Alejandro Garófalo en el TC y en el TC Pista; luego desembarcó en el Súper TC 2000 para convertirse en una pieza vital en el DTA Racing y en el Lincoln Sport Group, hasta que finalmente retornó a La Máxima para incursionar en el JP Carrera, el Renault Sport Torino Team, el Trotta Racing, el Azul Sport Team, el AA Racing y el Moriatis Competición.
Esa destacada trayectoria lo premió con un desafío imposible de rechazar en 2019, el de responsabilizarse por el rendimiento del Maquin Parts Racing, una estructura que siempre se caracterizó por su prolijidad, su rigurosidad y su dedicación absoluta abocada a convertir a sus pilotos en protagonistas, nada más ni nada menos, que en el campeonato más competitivo e importante del automovilismo argentino.
Y Caunedo no falló. Le aportó, con su singular metodología de trabajo, una fiabilidad insospechada para una escudería con una numerosa cantidad de autos.
Así, priorizando el rendimiento generalizado del equipo por encima de los nombres propios, compartiendo la información de cada unidad con cada piloto que así lo quisiese, y aportando transparencia a una sinergia notable, el Maquin Parts encontró el éxito.
La evidencia fue clara. Obtuvieron triunfos, en apenas cuatro años, con cuatro pilotos diferentes: Leonel Pernía, Josito Di Palma, Germán Todino y José Manuel Urcera.
Para darle mayor relevancia a su labor, siempre respaldada con resultados, en la reciente temporada lograron que en la carrera de Concordia tres de sus cuatro representantes (Todino, Urcera y Esteban Gini) clasifiquen en el top ten, y que la totalidad de ellos (a quienes se sumó Marcelo Agrelo) culminen la carrera de la misma manera.
La credibilidad y la regularidad en el desempeño como conjunto, permitieron que Urcera, Todino y Gini ingresen a la Copa de Oro Río Uruguay Seguros (el torneo de cinco fechas que habilita a la disputa por el certamen). Agrelo, que se desvinculó de la estructura, permitió la llegada de otro piloto de renombre: Facundo Ardusso -con quien Caunedo trabajó en el Trotta Racing, el JP Carrera y el Renault Sport Torino Team.
En épocas de egoísmo, de intereses propios y de relaciones efímeras, el Maquin Parts es una rara avis en el automovilismo deportivo: se transformó en una estructura en la que muchos pilotos quieren estar. No sólo por el rendimiento, sino, además, por la confianza de codearse con la simpleza, la buena predisposición, el pragmatismo y la transparencia.
Ese enfoque y esa filosofía, valores a los que Horacio Soljan, motorista y director general del equipo, apuntaló desde el primer día son los que, también, buscó en una persona de confianza como Caunedo, una persona que desde pequeña priorizó su pasión por el automovilismo y su pulsión por el trabajo para conjugar una receta que, de manera inequívoca, lo llevaría por un sendero plagado de reconocimientos.
Y la decisión fue acertada. El mismo propietario del equipo, luego de una destacada actuación de la escuadra, se encargó de enfatizar: “No sólo es vital para el buen funcionamiento de nuestros autos, además nos aportó valor humano y convenció a cada uno de los integrantes del taller en que había un solo camino posible al éxito, que era el de confiar plenamente en cada una de nuestros compañeros”.
Autor: Stefano La Rosa
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