Romain Grosjean será compañero de Canapino en la IndyCar

Si la temporada 2023 del arrecifeño Agustín Canapino, en su primer año en la IndyCar, fue de menor a mayor y con un nivel superlativo en una de las categorías más exigentes del Mundo; el 2024 sólo augura nuevas, renovadas y superiores expectativas junto al Juncos Hollinger Racing.

Y es que luego de la desvinculación del inglés Callum Ilott del equipo, la noticia de la incorporación del ex Fórmula 1, Romain Grosjean, fue una bocanada de aire fresco por muchos motivos: planteará desde cero un vínculo con Agustín (a quien ya destacó como un gran piloto) y servirá para que ambos se retroalimenten de la capacidad de su compañero, sobre todo por la experiencia y el roce que tuvo el francés en la élite deportiva.

El ex integrante del equipo Haas de F1, de 37 años, es consciente del contexto en el que arriba a la estructura: Ilott tuvo dos episodios (en Long Beach y en Laguna Seca) que perjudicaron directa o indirectamente a Canapino y eso caló hondo en el público argentino, que se manifestó de manera vehemente en las redes sociales.

Grosjean ocupará el Dallara-Chevrolet #77 con el objetivo de sacar a relucir toda su jerarquía en una estructura que, durante el paso de las carreras, se mostró cada vez más firme y que, incluso, estuvo en la pelea por subirse a algún podio en las últimas competencias.

El 18 de octubre, Canapino y el equipo comandado por Ricardo Juncos confirmaron la noticia que tanto se hacía desear en la Argentina. El arrecifeño, luego de una gran temporada como rookie (concluyó 22° en el certamen), tendría la posibilidad de seguir un año más en el equipo para ser parte de la grilla de la IndyCar.

En ese contexto, y luego de los incómodos momentos a los que se llegó con Illot, era previsible la salida del inglés, que sucedió una semana más tarde. Y la llegada de Grosjean, de nueve temporadas en la Fórmula 1, fue una inyección anímica en todas las filas de la estructura tras desvincularse de Andretti Autosport, con quien compitió en 2022 y 2023 (fueron 34 carreras con tres podios y dos pole positions).

***

“Lo que me gusta de Ricardo es que es muy apasionado con su equipo. Es un gran proyecto que tiene en marcha desde hace bastante tiempo y pone su corazón y su alma en él, lo que realmente aprecio”, destacó Romain.

Y agregó: “Intenta hacerlo lo mejor que puede y espero que podamos crecer juntos. Es un equipo nuevo, diría yo, así que todavía hay mucho que aprender. Y me entusiasma ese reto y ver lo que podemos conseguir juntos”.

“Bienvenido, Romain Grosjean. ¡Es un honor y un privilegio compartir el equipo con vos!”, publicó Canapino en su cuenta de X (ex Twitter). A lo que el francés respondió “gracias amigo”.

Romain Grosjean nació en Ginebra, Suiza, per se nacionalizó francés. Hizo su debut en la Fórmula 1 en 2009, de manera provisoria, como reemplazante de brasilero Nelson Piquet Jr, en el equipo Renault.

Debió cederle su lugar en el equipo al piloto ruso Vitali Petrov y, entonces, decidió desembarcar en la GP 2 Series (lo que hoy se denomina Fórmula 2). Y en la temporada 2011 fue campeón, por lo que su nivel de competitividad le permitió retornar al primer plano del deporte motor.

Lotus lo convocó con la seguridad de brindarle una butaca permanente y el condimento de llevarlo, poco a poco, a lo más alto en la F1. A partir de allí encontró continuidad y estabilidad en un ambiente de presión constante.

Estuvo cuatro años representando a Lotus antes de desembarcar en el equipo Haas: fueron 179 Grandes Premios para él, pudo subir al podio en 10 oportunidades aunque la victoria le fue siempre esquiva.

Uno de los momentos que cualquier fanático del automovilismo vinculará en su mente cuando le nombren a Romain Grosjean, sin ningún tipo de dudas, será el accidente que protagonizó en Gran Premio de Bahréin, en la caótica temporada 2020 (debido al impasse por el COVID-19).

En el ingreso a la recta principal, de la primera vuelta, impactó su Haas con el AlphaTauri del ruso Daniil Kvyat, se despistó y colisionó con las barreras de contención: el auto se partió en dos y se prendió fuego; fueron más de 25 segundos en los que el francés quedó atrapado en las llamas y en los que, según sus palabras, vio a la muerte de cerca.

Salió, de manera increíble, airoso de la inoportuna situación, que dejó a todos en los pits con el corazón en la mano. En “Drive to survive”, la serie de la Fórmula 1 que produjo Netflix y que cambió para siempre la manera de interpelar al público con La Máxima, Grosjean describe cada sensación de ese inolvidable momento a la perfección. Es un capítulo no apto para personas sensibles, pero que deja una gran enseñanza.

Tras recuperarse luego de estar internado por quemaduras graves, Romain señaló: “Realmente vi venir la muerte. Haber salido de las llamas fue algo que marcará mi vida para siempre. Fue casi como un segundo nacimiento. Más que por mí, temí más por mi familia, por mis amigos y obviamente por mis hijos, que son mi mayor fuente de orgullo y energía”.

Definitivamente su vasto recorrido en automovilismo está cargado de condimentos: la felicidad y la ambición de un joven por cumplir su sueño; la lucha constante y la tolerancia a no poder alcanzar sus objetivos; insistir y persistir por sus deseos; sobreponerse a la muerte y, finalmente, mudarse de país y cambiar de categoría con el hambre de gloria que ostenta un novato para, a sus 34 años, recalar en la IndyCar y compartir equipo con dos argentinos, Ricardo Juncos como Director, y el talentoso Agustín Canapino como compañero.

Será, sin dudas, una temporada que comenzará con muchas ilusiones para el conjunto, que tendrá su primera competencia el 10 de marzo en el circuito callejero de Saint Petersburgo.