Películas y series que un fanático del automovilismo debería ver (Parte 1)

Películas y series que un fanático del automovilismo debería ver (Parte 1):

Los componentes de adrenalina, espectáculo y emoción, inherentes a la propia historia del automovilismo deportivo, fueron, son y serán siempre disparadores para contar otras historias (más atrapantes, más fantasiosas o más espectaculares) en diferentes mundos: ya sea volcadas al papel en libros, a la pantalla chica -o grande- en documentales y películas, y ahora, en épocas de consumo más fugaz, a series en plataformas o capítulos cortos en Internet.

La aparición repentina, sorpresiva e inigualable de Drive to Survive, la serie de la Fórmula 1 en Netflix, cambió de una vez -y para siempre- la forma de interpelar al público, más allá de que fueran o no fanáticos de La Máxima.

Este contexto nos servirá, entonces, para adentrarnos en otro relato, el que reúne a las películas, documentales o series que tienen al deporte motor, particularmente al automovilismo, como protagonista. Que quede claro, no son las mejores ni hay una explicación puntual de por qué estos nombres se suman a este listado; será un recorte subjetivo de contenidos audiovisuales que alguna vez deberías haber visto (o ver, en el caso de que no lo hayas hecho antes).

Drive to Survive

Por actualidad, por repercusión, por trascendencia a otros ámbitos y por atraer a nuevos fanáticos, “Drive to Survive” es el primer registro que se destaca rápidamente entre los demás. Porque rompió con un esquema que parecía inquebrantable: mostrar la intimidad de los boxes de la Fórmula 1, las discusiones internas en las escuderías de la categoría más importante y el trasfondo de las luchas entre los pilotos de La Máxima. La serie, disponible en Netflix, tuvo tanto éxito que este año estrenó su quinta temporada.

Cada lanzamiento, en la semana previa al inicio de cada campeonato de Fórmula 1, narra de manera minuciosa y específica todo lo acontecido en el certamen anterior. El nivel de exposición, lógicamente, creció. Y el fanatismo por la categoría, también. Si el objetivo principal -o secundario- de la serie era ese, se cumplió y con creces.

Rush, pasión y gloria

La coyuntura es casi inigualable: la década del ´70, una época dorada en la historia de la Fórmula 1. Y es la historia de los contrastes con un mismo objetivo, la de la ferviente rivalidad entre dos pilotos brillantes: Niki Lauda (Ferrari) y James Hunt (McLaren). El primero de perfil bajo, veloz y con un talento casi inigualable; el segundo, en su antípoda, brillaba con luz propia, no le tenía miedo a exhibirse tal y como era, y tampoco se medía en sus declaraciones para ser políticamente correcto.

Ambos se debatían el título de campeón. Pero algo cambió: en 1976, Lauda llegó como líder del certamen al Gran Premio de Nürburgring. El austríaco sufrió un accidente, y quedó atrapado en su auto que impactaba desde la transmisión oficial por estar envuelto en llamas. Inhaló humos tóxicos y tuvo fuertes contusiones en el pecho, además de exponerse a quemaduras graves en la cabeza (terminó perdiendo una oreja y casi la totalidad de sus cejas y pestañas). De casi perder la vida pasó a estar presente en las últimas tres competencias de ese año. Perdió el título, a manos de Hunt, por un solo punto y sin correr la última final por el riesgo que suponía correr con una condición climática desfavorable.

El resultado es casi anecdótico. Lo que marcó el relato, de inicio a fin, fue la analogía de una rivalidad entre dos personajes tan cautivantes como discrepantes entre sí.

Ford vs. Ferrari

Uno de los acontecimientos más inolvidables del automovilismo fue trasladado a la pantalla grande, con la dirección de James Mangold y la actuación de Matt Damon y Christian Bale: el meollo del guión se centra en el duelo, histórico, entre Ford y Ferrari en Le Mans (en la edición de 1966), y en cómo la marca del óvalo procuraba superar al emblema italiano.

Es una mirada distinta sobre la mítica carrera en aquella época, con el incipiente dominio de los Ford GT 40 y haciendo foco, de manera particular, en una edición que marcó un antes y un después en ese litigio que involucraba a Ferrari y a Ford.

Cars

Que la manera de llegar al público sea a través de una animación no significa que sea una película infantil, ya que su trama bien podría ajustarse a la realidad del automovilismo deportivo.

Una joven promesa, el Rayo McQueen, atraviesa un largo y complejo camino hacia su principal anhelo: convertirse en una estrella del automovilismo internacional. Los errores que forjan el temperamento, los brillos cegadores de la ambición y las propias lecciones de la vida son las que deberá sortear la estrella en formación para llegar a lo más alto.

Fangio: el hombre que domaba a las máquinas.

Es, probablemente, nombre propio que marcó una época en la Fórmula 1. En tiempos en los que correr en La Máxima implicaba arriesgar la vida en cada carrera, el argentino se encargó de convertirse en el mejor y cosechar cinco títulos.

Este documental, disponible en Netflix, intenta descifrar la mente de una figura disruptiva vinculada a victorias, sueños y proezas deportivas inigualables. Ídolo de ídolos y un espejo para muchos de los personajes más rutilantes de la Fórmula 1, esta pieza -de manera indiscutida- deberá estar en el listado de realizaciones audiovisuales que sí o sí tendrías que ver si te apasiona el deporte motor.

Senna (Documental)

La aparición del astro brasilero también fue un punto de inflexión en la rica historia de la categoría más importante del Mundo. Su carisma, su talento, su semblante y cada una de sus características rápidamente lo catapultaron al escalafón de deidad.

El documental dirigido por Asif Kapadia se inmiscuye en la vida profesional y personal de Ayrton Senna, cuenta con un gran material de archivo propinado por la familia del piloto nacido en San Pablo, como así también registros de transmisiones de carreras y entrevistas que daba a medios especializados en el automovilismo y a otros de índole general.

No devela aspectos desconocidos: se sabe que era perfeccionista, detallista, muy profesional para con todos los trabajadores de los equipos de los cuales formó parte, y lo cercano que se mostraba, en la mayoría de las veces, para con su público.

Es conmovedor, dramático y reconstruye de excelente manera la carrera de uno de los deportistas más emblemáticos de la historia de la Fórmula 1. 

Autor: Stefano La Rosa