TCR: un concepto que llegó para quedarse6 minutos de lectura
TCR: un concepto que llegó para quedarse
TCR: Si existe un deporte que puede identificarse entre todos los demás por levantar la bandera de la innovación y de la constante adaptación tecnológica, ése es el automovilismo deportivo.
Y en ese contexto de mutaciones fugaces, cambios repentinos y un gran caudal de información y estímulos, una categoría fue la que tomó la posta para dar el salto de calidad y arriesgarse en el plano internacional: el TCR.
El apoyo de las terminales oficiales, sumado a la fidelidad de los autos que compiten -que usan motor y chasis originales- los convierten en modelos terrenales y que interpelan al público, que puede ver en la pista a los mismos autos que puede encontrar en la calle. Y, además, permite tanto la participación de equipos oficiales como de escuderías privadas.
Desembarcó en Sudamérica a nivel continental con el TCR South America, que rápidamente distribuyó sus competencias entre Argentina, Brasil y Uruguay.
En esta temporada 2023, cuatro serán las citas que se disputarán en suelo argentino, al igual que en el brasilero, mientras que dos fechas se llevarán a cabo en tierras orientales, más precisamente en Rivera y en El Pinar, donde compartirá escenario con el TCR World Tour (misma dinámica que implementará en la carrera que se dispute en el callejero de Villa Mercedes, en San Luis).
Fue justamente en el TCR Sudamericano en el que se inscribió oficialmente Toyota (con el modelo GR Corolla Sport TCR como representante), marca que se sumó a las más de 15 automotrices distintas con las que cuenta el TCR a nivel mundial entre sus filas (y que por estas tierras acompaña a marcas ya presentes como Alfa Romeo, Hyundai, Honda, Cupra, Lynk & Co, Audi y Peugeot.
Las competencias de Touring Car Racing son moneda corriente en cada rincón del Mundo. Las especialidades se dividen por región, por país e, incluso, se destaca entre todas ellas un certamen que entrega el título de campeón mundial. Y todas esas divisiones responden a un mismo formato de competición y reconocimiento por la FIA.
Sus reglas, claras desde un principio y trasladables a sus más de 40 campeonatos que disputan alrededor del Mundo (y que conjugan a más de 700 pilotos), le otorgaron la credibilidad necesaria para que se consolidara en cuatro continentes y creara, desde esta temporada, un innovador sistema de puntaje que unifica a todos los competidores: el TCR World Ranking.
Las competencias alrededor de todo el mundo, que conforman al sistema TCR, reparten puntajes que sirven para escalar posiciones en el ranking que, por supuesto, distingue en jerarquía de unidades en función de la importancia de la carrera (nacional o internacional).
De todas las carreras que conforman al concepto TCR, se escogieron nueve fechas (que serán compartidas con el TCR Europeo, el Italiano, el Sudamericano y el Australiano) para nutrir al TCR World Tour, que otorgarán un 50% más de puntos que en las carreras tradicionales y que, en base al ranking, permitirán disputar -en enero de 2024- la carrera conocida como TCR World Final y que decretará al flamante campeón de la categoría.
***
Franco Girolami, el piloto cordobés nacido en Isla Verde, fue campeón de Europa en 2022 al mando de un Audi alistado por la estructura belga Comtoyou Racing. Sus aptitudes le permitieron, en la actualidad, destacarse en la especialidad italiana con un auto de la misma marca.
Representando al Aikoa Racing, el menor de los hermanos Girolami, fue líder del TCR World Ranking por una semana (que se actualiza cada siete días), desde el 26 de abril tras imponerse en la segunda carrera llevada a cabo en Imola, en el marco del primer encuentro del calendario del TCR de Italia.
Dos argentinos más (al día de hoy) se encuentran en el top 20 a nivel mundial. Néstor Girolami compite con un Honda Civic del JAS Motorsport en el TCR World Tour (y ya se encuentra habilitado para disputar el TCR World Ranking Final). Mientras que Fabricio Pezzini -de dos primeras muy buenas fechas en el TCR Southamerica- completa el listado de los tres coterráneos destacados en el ranking.
En la variante sudamericana, Ignacio Montenegro, el joven de 18 años, lidera el certamen con el Honda Civic de la Squadra Martino: pudo ganar carreras en Alta Gracia y en Rosario, y eso lo mantiene al frente del campeonato con 185 unidades (17 más que su inmediato perseguidor, el brasilero Raphael Reis).
En comparación a los autos de TC2000, que el oriundo de Rada Tilly está acostumbrado a manejar, las unidades de TCR Sudamericano son un poco más lentas en las rectas, tienen un tránsito similar en curvas rápidas, y son más veloces en las curvas de baja velocidad. Es decir, cuentan con menor potencia y menor carga aerodinámica aunque las gomas tienen mucho mayor grip.
En la segunda carrera de la primera cita del calendario, en el autódromo Oscar Cabalén, el experimentado Walter Hernández dio cátedra de conducción.
Casi 40 años mayor que Montenegro, el nacido en Nicanor Otamendi que supo ser campeón del Turismo Carretera en 1993, se impuso para demostrar su vigencia en un automovilismo cada vez más competitivo, que le abre las puertas a jóvenes promesas pero que, además, continúa cediendo ante el talento a pesar de la edad. Fue a bordo del Lynk & Co del PMO Motorsports.
En definitiva, la estandarización de la categoría, que a priori podría parecer monótona, terminó dando un rédito sumamente beneficioso.
El reglamento deportivo es claro y transparente; el sistema de preparación de los autos es, también, idéntico y refuerza la identidad del TCR. Es decir, todos los pilotos se suben a sus autos sabiendo previamente que las plantas impulsoras fueron chequeadas con anticipación -de manera digital- para saber que cuentan con la misma herramienta que cada uno de sus rivales.
Es, por ahora, la mixtura ideal entre un plantel de pilotos conformado por nombres propios de extenso recorrido y, a su vez, jóvenes que quieren escribir su propia historia en un automovilismo cada vez más tecnológico.
El TCR ya se ganó, con autoridad, su merecido espacio en el plano nacional e internacional. En ese contexto, soñar con que un argentino se alce en lo más alto, no parece tan descabellado…