Christian Ledesma llegó a las 400 carreras en el TC6 minutos de lectura
Christian Ledesma llegó a las 400 carreras en el TC
Un fin de semana especial en Buenos Aires
Si hay nombres propios que puedan asociarse a los últimos 40 años del Turismo Carretera, entre ésos sin dudas estaría el de Christian Ariel Ledesma. En el marco del cierre de la etapa regular del TC, en la décima fecha del calendario 2024 llevada a cabo en el Autódromo de Buenos Aires, el ídolo de Chevrolet alcanzó la cifra de 400 carreras en la especialidad y quedó tan sólo a 9 participaciones de Guillermo Ortelli (que se subió a un Camaro del Canning Motorsport como invitado de lujo en la fiesta del TC), que aún se erige como el piloto con mayor cantidad de carreras en la divisional más importante del país.
No fue un fin de semana más para el marplatense. En El Calafate, en la apertura de la temporada 2024, fue uno de los primeros en relucir el flamante y nuevo Camaro, en la presentación de los autos de nueva generación del TC. En el Gálvez, y ante un público que llenó el mítico escenario porteño, lució un nuevo diseño especial por sus 400 carreras.
El resultado es anecdótico: el representante del Pradecon Racing concluyó 41° tras abandonar a 15 vueltas de la bandera a cuadros. Lo que no le faltó fue el reconocimiento de los fanáticos, que también deliraron por la presencia de Guillermo Ortelli y el Gurí Martínez (ambos invitados por la ACTC especialmente para esta carrera) y por el retorno de Agustín Canapino -tras su paso por la IndyCar- que brilló y se subió al tercer escalón del podio con una Chevy (antes de pasar al Camaro en la próxima cita del calendario).
Sus primeros pasos y el tan codiciado campeonato
Para él, amante de los fierros, el 21 de febrero de 1998 es una fecha que quedará grabada en su memoria por ser la primera carrera que disputó en el TC, en el ya clásico autódromo de Mar de Ajó que abría las temporadas de La Máxima. Lo hizo a bordo de un Ford Falcon, marca para la cual corrió en 47 oportunidades y con la que alcanzó su primer triunfo, en el trazado de 9 de julio, el 14 de marzo de 1999.
Poco después pasó a Chevrolet y el idilio con su público fue instantáneo. A fuerza de buenos resultados, carreras memorables y una destreza de un auténtico prodigio, Christian se convirtió rápidamente en ídolo en un contexto plagado de nombres fuertes y figuras rutilantes.
Su primera victoria con la marca del “moño” llegó el 12 de agosto de 2001, en el Autódromo Ciudad de Paraná. Equipo en el que corrió, brilló. Sin excepción.
Su temporada, o mejor dicho su mejor temporada, lo encontró dominante a un nivel absoluto, en 2007. En el autódromo Rosendo Hernández de San Luis, y a falta de 3 fechas para el cierre de la temporada, el marplatense se coronó con el equipo Haz tras conseguir seis victorias. Fueron nueve podios, cuatro pole positions y 11 series ganadas junto a su preparador, el histórico Alberto Canapino, y su motorista, Jorge Pedersoli. En un hito sin precedentes, le sacó 104 puntos de diferencia a su inmediato perseguidor, un joven y talentoso Matías Rossi.
Estadísticas de una carrera envidiable
Justamente es el autódromo de Buenos Aires, escenario que lo vio alcanzar las 400 carreras, la plaza que más veces lo vio festejar en lo más alto del podio. En el coliseo porteño ganó siete carreras, seguido del circuito de Paraná, donde hizo lo propio pero en cuatro oportunidades.
En total ganó 26 veces, se subió al podio en 69 ocasiones, conquistó 31 pole positions y ostenta 23 récords de vuelta. Los números, que por sí solos hablan de los registros propios de un crack, en este caso solo sirven para acompañar momentos auténticos e inolvidables que Ledesma le regaló a los fanáticos del automovilismo en general, y a los de Chevrolet en particular.
Formó parte de una camada repleta de ídolos en el pico máximo de su carrera, compartió pistas con otras tantas figuras en surgimiento, y vio nacer y forjarse a nombres propios que hoy son emblemas y campeones de la categoría más exigente de la República Argentina.
Ledesma es un hombre teceísta. Creció viendo al TC en la ruta, manejó en un TC con acompañantes, vivió en carne propia la evolución de los motores y fue un protagonista excluyente del desembarco de los autos NextGen. Pasan las carreras, pasan las temporadas, pasan los años y Ledesma sigue vigente, como alguna vez supo relatar Marcelo Vivo, en su victoria en 2017, en Concordia: “la magia está intacta”.
Y lo está porque a sus 48 años, en un trazado tan mítico y exigente como Rafaela se alzó con la pole position y se subió al podio peleando mano a mano con pilotos que apenas sabían caminar cuando él levantaba su trofeo de TC.
A pesar de su vasto recorrido, y como sí sucede con otros pilotos contemporáneos a él, la sombra del retiro no aparece con frecuencia. Se lo nota distendido, disfrutando de su pasión junto a sus hijos (pasión que por supuesto heredaron), y con ganas de seguir siendo competitivo en cualquier circunstancia posible.
Si algo de eso cambiara, no estaríamos en presencia del Christian Ledesma auténtico que se ganó el respeto de propios y extraños. El del joven marplatense que llegó al TC para cumplir su sueño y cumplió el de muchas otras personas también. Mientras tanto, y hasta cuando él lo decida, hay Ledesma para rato… ¡y qué bien le hace eso al automovilismo!